La situación crítica del turismo derivada de la epidemia de coronavirus, que ahora amenaza con bloquear la temporada alta del archipiélago, ha acelerado la puesta en venta de hoteles, especialmente de los pequeños y medianos que ya tenían dificultades para conseguir un volumen de clientes que creen sinergia y economías de escala.
Los precios de estos hoteles van desde el millón de euros por un establecimiento pequeño, de categoría inferior, a lo más frecuente, los diez millones de euros, por hoteles de más de 50 habitaciones, con piscina, en primera línea.
Los enclaves más vendidos, o sea con menos capacidad de generar ingresos, son Playa del Inglés, Puerto Rico o incluso Las Palmas, mientras que los menos ofrecidos están en Tenerife y Lanzarote. Hay unos pocos establecimientos en venta en Fuerteventura.
La crisis turística en España ha llevado a muchos hoteleros a intentar desprenderse de sus activos, buscando actividades económicas más rentables. En situación normal, siempre hay hoteles en venta, pero en estos momentos la ausencia de ingresos ha pillado en un pésimo momento a quienes se habían endeudado para ampliar su oferta o para mejorar la calidad, lo que les conduce a buscar liquidez rápidamente para no verse atrapados en una dinámica de embargos.
Las decisiones de Alemania y de Gran Bretaña, de paralizar el turismo internacional para combatir la expansión del virus, ha sido la ‘puntilla’ para una crisis que ya se arrastraba desde la Semana Santa pasada en todo el archipiélago.
VN