Si tu PYME está planteándose lanzarse al mundo digital y pretendes comenzar por tener una página web propia, no debes hacer un desembolso muy importante en una fase inicial, pues puede suponer un gasto demasiado importante que pocas veces se logra rentabilizar a corto plazo.
Como todo, el precio de una web dependerá de múltiples factores como el número de funcionalidades, nivel de personalización, tipo de proveedor, envergadura de la web, calidad del diseño, además de otras cosas que se pagan aparte como diseño de logotipo, consultoría SEO, mantenimiento, estrategia digital…
Pero sirva como ejemplo que un página web básica con blog cuesta a partir de 800 euros si se parte de una plantilla, mientras que si se hace un diseño a medida puede superar los 1.000 euros holgadamente.
Para una web con funcionalidades específicas como puede ser el ecommerce (comercio electrónico o tienda online) los precios suben a 2.500 euros. Aunque mantener actualizados los catálogos de productos en venta, constituiría un gasto aparte en concepto de mantenimiento.
Pero si nos vamos a una página web completamente hecha a medida con un sistema de funcionamiento muy complejo (intranets, directorios, academia online, red social propia…) el presupuesto probablemente supere los 5.000 euros.
Por eso, es importante plantearse si aquellos proveedores que ofrezcan cifras inferiores a las descritas están ofreciendo realmente aquello que buscamos. De igual manera, si el precio que te ofrecen por los servicios de elaboración de una página web es muy elevado, asegúrate de que se están ajustando a tus necesidades.
