Gran Canaria busca explicación a la pérdida de turismo alemán, el más fiel de esta isla. Los hoteleros la encuentran en las zonas de ocio deficientes en la isla. Muchos centros comerciales se construyeron hace 50 años y están en las mismas condiciones. Hacen que la isla no sea competitiva al disminuir su atractivo comercial, según los empresarios.
Gran Canaria ha perdido más 130.000 turistas alemanes, antes era su nacionalidad estrella. Por su parte, Tenerife ha conseguido ganar 27.000 visitantes germanos. Los hoteleros de Gran Canaria ponen el foco en las zonas comerciales decadentes de la isla.
Para hacer frente a la situación, han pedido un plan de modernización de los centros comerciales en desuso, que permita un cambio de uso y que los convierta en un negocio interesantes para sus propietarios.
Repercusiones de Lanzarote como isla turísticamente saturada.
Este viernes, nada menos que The Telegraph, uno de los principales periódicos británicos, publica las declaraciones de la presidenta del Cabildo de Lanzarote, en las que afirma que la isla prefiere buscar turistas alemanes en lugar de los británicos, hasta ahora dominante
A estas alturas ya da lo mismo qué dijo de verdad Dolores Corujo, porque el impacto ha sido tremendo. The Telegraph no es un periódico amarillo, lo que es bastante más grave para la imagen de la isla. Y lo que dice el periódico es preocupante porque no hace referencia a una voluntad de reducir el número total de turistas sino a cambiar una nacionalidad por otra.
Pocas cosas pueden ser más desagradables que decirle al primer cliente que no es bienvenido. O sí, hay algo peor, particularmente en este caso: decirle que prefiere a un alemán.
Cualquiera que conozca algo de turismo sabe que todos los destinos que reciben millones de viajeros tienen problemas de mal comportamiento. Claro que hay británicos impresentables, pero yo no me atrevería a decir que los alemanes, cuando viajan en masa, son mucho mejores. O los españoles. O los suizos. Las masas son siempre problemáticas.
Lanzarote probablemente tiene motivos para abordar el tema del exceso de viajeros, pero eso no se arregla cambiando unos turistas por otros, como dice The Telegraph que dijo la presidenta del Cabildo. Y, si se quiere corregir las conductas, hay que entender que España no puede ser tan escandalosamente permisiva en las zonas turísticas. La ausencia de vigilancia, que en algunos casos es chocante, es percibida por los visitantes como si hubiera llegado al país sin ley. Y como tal se comportan. Mala educación y falta de controles tienen estas consecuencias.