Correos ha lanzado una nueva campaña, EqualityStamps, que ha sembrado la discordia y ha llegado a catapultarse como uno de los temas más leídos del Washington Post.
La polémica se inició tras el anuncio de una nueva colección de sellos, en distintos colores, donde el negro era el más económico. «En Correos creemos que el valor de una persona no debería tener color, por eso lanzamos una colección de sellos en la que cuanto más oscuro sea el color del sello, menor valor tendrá«. La organización ha sido criticada por «reflejar una injusta y dolorosa realidad que no debería existir».
¿Es Fuerteventura, una isla racista?
Cuando el 15 de junio se confirmó que 14 de las 39 personas que habían llegado de forma irregular al puerto de Gran Tarajal habían dado positivo en Covid-19, las redes sociales estallaron en cólera. Los comentarios que se sucedieron en los siguientes días estaban cargados de odio, resentimiento y carga xenófoba (en la mayor parte de los casos). El racismo enervó la isla, y el sentimiento de culpa voló hacia las víctimas más indefensas, los inmigrantes. De las redes, los insultos pasaron a las calles y parte de la sociedad olvidaba su humilde pasado como migrante. El pueblo tolerante y solidario lucía su cara más amarga. Es la crítica de Esteban Ibarra (presidente de Movimiento contra la Intolerancia) cuya organización ha denunciado el aumento del discurso de odio debido al Covid-19