La compañía Play inició su actividad el 29 de junio uniendo a Tenerife y Reikiavik (martes y sábado), y lo hará próximamente con Gran Canaria. La compañía, que ofrece 2.304 plazas adicionales por semana entre España e Islandia, prevé alcanzar durante este verano una ocupación de los vuelos de entre el 85 y el 95%, a pesar de las complejidades que presenta el contexto actual.
Play, fundada en 2019, ha inaugurado este verano sus operaciones a nivel global con un primer vuelo entre la capital islandesa y Londres el pasado 24 de junio.
La Oliva, en Fuerteventura, es el municipio español en el que más domicilios turísticos.
Los precios son inasequibles: la odisea de buscar piso en el pueblo de los ‘guiris’ de Canarias; sobre todo en torno a las grandes playas de Corralejo. Sus vecinos son incapaces de encontrar un alquiler accesible por los altos costes y tampoco ayuda la escasa presencia de viviendas de protección oficial.
En Corralejo se repiten las playas de arena blanca y los chiringuitos. Los hoteles se acumulan a pocos metros del mar y se acercan, cada vez más, como si en un futuro próximo fueran a levantarse sobre el agua. Por sus calles, las del pueblo marinero y turístico por excelencia de La Oliva, resulta utópico encontrarse a dos residentes majoreros de forma consecutiva. A este pequeño municipio de poco más de 25.000 habitantes en el norte de Fuerteventura vienen alemanes, ingleses e italianos. Aterrizan turistas todo el año. Y el diseño urbanístico está pensado para ellos.
Eso la mayoría de los residentes canarios no lo pueden hacer. Muchos llegan en busca de un trabajo temporal en la hostelería o en los grandes hoteles. Como camareros o recepcionistas. La precariedad se siente en todos los puntos de La Oliva, donde la tasa de paro ronda el 22%, uno de cada dos empleos está vinculado a la restauración y cerca del 40% de los contratos son de carácter estacional. La pandemia lo ha agravado todo.